En Puerto Rico, los niños experimentan infecciones respiratorias durante todo el año. Sin embargo, después de que comienzan las clases y se acercan los meses más frescos, estas infecciones se vuelven más frecuentes. Aquí tienes una guía adaptada para padres ocupados para identificar y manejar la "temporada de niños enfermos".
Aunque las infecciones respiratorias son prevalentes durante todo el año, a menudo se observa un aumento significativo después del verano y mientras nos acercamos a las Navidades. En algunos casos, los síntomas de estos padecimientos son sumamente similares por lo que es crucial discernir entre los síntomas del resfriado común, la influenza, el COVID-19, el VRS y otras condiciones respiratorias.
Tan frecuente que, en algún momento del año, parece que todos los niños que conoces lo tienen. El resfriado común es causado principalmente por una variedad de viruses, en particular los rinovirus y los coronavirus. Los síntomas iniciales a menudo incluyen congestión nasal, un poco de fiebre y tos; mientras que las secreciones nasales pueden variar de blancas a verdosas. Es esencial reconocer su inicio gradual, ya que es distinto a la enfermedad abrupta que se experimenta con la gripe.
El contacto directo con humanos o la interacción con superficies contaminadas puede causar la transmisión del resfriado. El nivel de contagio máximo se observa durante los primeros dos a cuatro días de que comience. Después de la exposición, los síntomas generalmente aparecen entre uno a dos días. Por otro lado, los bebés pueden estar enfermos entre 10 a 14 días, mientras que los niños mayores a menudo se recuperan en aproximadamente una semana.
Si los síntomas persisten, puede que existan complicaciones o que tengan otro resfriado. Una tos puede durar de tres a cuatro semanas, y su presencia prolongada podría sugerir resfriados seguidos o complicaciones como la sinusitis.
La congestión nasal persistente también podría indicar alergias o incluso la presencia de objetos extraños. Las alergias a menudo se presentan con secreciones claras y están asociadas con picazón. Las infecciones de oído también pueden surgir como una consecuencia común del resfriado.
Aún no hay una cura directa para los resfriados. Sin embargo, fortalecer nuestro sistema inmunológico es fundamental. Algunas medidas clave incluyen:
Vale la pena resaltar que la Academia Americana de Pediatría no recomienda ciertos medicamentos sin receta o over the counter (OTC) para niños menores de 12 años. En particular, el Fluticasona intranasal, que está diseñado para tratar afecciones como la rinitis y la sinusitis, pero no es efectivo contra el resfriado común. Del mismo modo, los medicamentos para el asma como el Albuterol no atienden la tos causada por el resfriado, que se trata más de irritación que de espasmos relacionados con el asma.
La precaución es fundamental: algunos medicamentos OTC se han relacionado con sobredosis accidentales en niños más pequeños debido a sus respuestas metabólicas únicas. El dextrometorfano podría ser una excepción; bajo la orientación de un médico, podría ser beneficioso si una tos persistente interrumpe el sueño de tu hijo. Recuerda, el sueño y el descanso adecuados son cruciales para que tu peque se mejore.
Si bien algunos tratamientos pueden ofrecer alivio limitado, la vitamina C, combinada con la vitamina D y el zinc, puede fortalecer el sistema inmunológico, lo que ayuda en nuestra defensa contra las infecciones.
Medidas proactivas, como lavado de manos constante, desinfectar las superficies y enseñar hábitos de higiene a nuestros hijos, pueden mitigar sustancialmente los riesgos de transmisión.
A medida que la "temporada de niños enfermos" evoluciona, este conocimiento se vuelve fundamental para tratar cualquier malestar que tu hijo presente. Si hay algún síntoma, visita a tu pediatra tan pronto como sea posible. Si te preocupa la exposición, recuerda que nuestra clínica pediátrica de concierge ofrece servicios las 24 horas y que nuestra sala de espera tiene espacio para niños sanos y enfermos.
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